jueves, 30 de julio de 2015

EL "BOTERO" PORTUGALUJO DE 1914



Las imágenes que nos han llegado hasta nuestros días de las distintas actividades que se realizaban en la ría, han sido en la mayor parte de las ocasiones relativas al tráfico fluvial de los remolcadores o la navegación de diferentes barcos que surcaban la misma cargados con todo tipo de mercancías.

El oficio de “Botero”, una de las institución con más arraigo dentro de la localidad y que perdura a través de los siglos, siendo un modo de ganarse el sustento para muchos portugalujos durante generaciones. 

Hasta la realización del Puente Vizcaya, el “Bote” era el único medio de transporte que comunicaba ambas márgenes de la ría, evolucionando con el devenir de los años desde el esfuerzo puramente humano hasta las actuales embarcaciones de tracción mecánica que realizan este servicio diariamente.  

La entrada de hoy está dedicada en concreto a uno de esos “boteros” anónimos que fueron inmortalizados en el pasado por uno de los usuarios de este medio de transporte, concretamente en 1914. 

La imagen está realizada por el bilbaíno Adolfo de Landecho y Allende Salazar, miembro de la todavía existente Real Sociedad Fotográfica de Madrid y como se puede apreciar en la instantánea recoge un primer plano de uno de los “boteros” que realizaba este trabajo en esas fechas.

En una embarcación de madera movida por dos remos, el anónimo trabajador acerca desde la margen derecha hasta la villa de Portugalete  a su pasajero, mientras a la espalda del “botero” se puede observar parte de la villa, destacando el Ayuntamiento, un puerto con gran número de personas tras la llegada de una embarcación de pesca así como parte de las viviendas de la calle Manuel Calvo.

Esta fotografía corresponde a una serie de imágenes tomadas por Adolfo de Landecho el 9 de septiembre de 1914, algunas de las mismas reproducidas años después en diversas publicaciones del momento.  

El autor de la misma fue considerado en vida como un fotógrafo pictoricista, formando parte de diversos jurados en diferentes exposiciones fotográficas del momento.

Una imagen que se suma al amplio archivo gráfico con el que cuenta nuestra localidad.

Espero que la entrada guste y hasta la próxima.             

lunes, 20 de julio de 2015

NARCISO DE IRALA Y MARTÍNEZ DEL VILLAR, JESUITA, MISIONERA, ESCRITOR Y CONFERENCIANTE PORTUGALUJO.




Como vengo acercando desde hace varios años, Portugalete ha dado a lo largo de su historia a un gran número de personas que han destacado en los distintos campos donde desarrollaron  su faceta profesional.

La entrada de hoy está dedicada al misionero jesuita Narciso de Irala y Martínez del Villar, nacido en nuestra localidad el 7 de febrero de 1896 y fallecido en la residencia de Loyola de esta institución religiosa el 13 de abril de 1988. 

Narciso era gemelo de  Antonio, este también jesuita y fallecido en1982.

Narciso y Antonio eran hijos de Juan José de Irala y Arriola, nacido en Torrelaguna, provincia de Madrid, el 15 de Junio de 1857, y de Casimira Martínez del Villar y Sáenz, natural de Munilla (La Rioja).

Esta familia tiene 12 hijos de los cuales cinco nacen en la villa de Portugalete. Dos de las hijas de este matrimonio también dedicarán su existencia a la vida religiosa, concretamente  María Patrocinio Irala y Martínez del Villar, religiosa de la Orden de las Madres Reparadoras y Sabina Irala y Martínez del Villar, como su hermana, religiosa de la Orden de las Madres Reparadoras también. 

El cabeza de la saga se dedica a diversos negocios, desde la minería, los ferrocarriles o los de alimentación, siendo el fundador y creador de la mítica “Harino Panadera” llevando en la actualidad en barrio bilbaíno de Irala este nombre en memoria del padre de Narciso.   



Las primeras experiencias dentro de la vida religiosa de estos dos portugalujos discurren de manera paralela. El 29 de Agosto de 1913 ingresan los dos en el Noviciado de Loyola donde reciben los primeros conocimientos de su futura vida como miembros de la orden de la Compañía de Jesús. Tras este periplo, realizan estudios de magisterio, Narciso en Orduña y Antonio en Tudela, ordenándose sacerdotes ambos el mismo día, mes y año, uno de ellos en Innsbruck y el otro en Oña.

Así mismo la entrada oficial  a la Compañía de Jesús de estos dos portugalujos se realiza el mismo día, Antonio la efectúa en la localidad Navarra de Javier mientras que Narciso se incorpora  en Wuhu (China). 

Narciso se dedicará durante dos años al estudio del idioma ejerciendo con posterioridad su labor de misionero en este país asiático.

Durante la llegada de Mao al poder, Narciso desempeña su actividad religiosa en la parroquia de Shangai regentada por la Compañía de Jesús. Tras la instauración del nuevo gobierno, Narciso recibe el mandato de abandonar el país asiático y fijar su nueva residencia en Brasil. 

Habían sido 22 años de estancia en China casi de manera ininterrumpida.

En este momento nace su segunda fase dentro del mundo de las misiones católicas auspiciadas por la Compañía de Jesús. Narciso con una gran experiencia a sus espaldas, se dedica a incentivar la creación de nuevas misiones en el continente sudamericano así como a oficiar conferencias explicando sus trabajos en la misión de Wuhu. 

Publica varios trabajos de los que cabe destacar  “Control cerebral y emocional” y “Eficiencia sin fatiga en el trabajo mental”, ambos trabajos reeditados en numerosas ocasiones.



Su trabajo como conferenciante le hizo viajar de manera constante, llegando a contabilizar una distancia en kilómetros que superaba las siete vueltas al globo terráqueo.

Hablaba a la perfección  el castellano, el latín, portugués, francés, inglés, chino, mandarín, el dialecto de Shangai y el esperanto. 

Tras su regreso a España en 1973 fija de manera temporal su residencia en Bilbao, trasladándose posteriormente  a Pamplona, localidad en la que residirá 10 años.

Un accidente fortuito que desemboca en la rotura de la cadera le obligan a finalizar todas sus actividades desempeñadas hasta esos momentos, retirándose en 1986 a la residencia que posee la Compañía de Jesús en Loyola (Azpeitia). Dos años después fallecería en esta localidad guipuzcoana.  

Narciso fue en vida un referente para miles de personas que seguían tanto su trabajo en favor de los más pobres de las localidades donde desarrollo su labor eclesiástica como para los seguidores de sus conferencias y trabajos literarios, escritos basados en sus experiencias durante su vida y que contaban con mucha aceptación entre un amplio número de lectores dentro de diversos países sudamericanos.

Un portugalujo del que no teníamos constancia y que fue un importante referente dentro del mundo donde desarrollo su faceta humana en vida.


Las imágenes que acompañan a estas líneas corresponden a Narciso en varios momentos de su vida, siendo la última de las mismas una del progenitor del mismo, el empresario Juan José de Irala y Arriola.  



Espero que la entrada guste y hasta la próxima.