Continuando con los personajes célebres en su tiempo y que su obra y trabajos han perdurado hasta nuestros días, hoy traigo al blog la estancia en la villa de Portugalete del reconocido poeta y escritor Gustavo Adolfo Bécquer.
La presencia de Bécquer es recogida en varios de sus trabajos así como en diferentes estudios que tratan sobre su vida y obra. Se tiene constancia de que el mismo se encuentra en Portugalete en el verano de 1866 mientras disfruta de un permiso de 45 días por motivos de salud.
Desde la villa portugaluja escribe una carta a su amigo Ramón Sagastizabal al que entre otras cosas le comunica: “Escríbame usted a mi nombre a Portugalete y no tarde usted en decirme si ha ido por casa y cómo anda Gustavín y toda la familia…”
Solamente un año después y por las mismas fechas se vuelve a aposentar en Portugalete. En esta ocasión el autor se encuentra junto con su mujer y su hijo pequeño de nombre Jorge.
Escribe nuevamente a su amigo Sagastizabal indicando que la familia se había instalado en Portugalete: “ El chiquitín nos da bastante que hacer , pero él parece animado y bueno. En escribir poesías no hay para qué pensar, por que las musas se asustan de los niños llorones”.
Las cartas a su amigo Sagastizabal se mandaban a Madrid a la calle Atocha, domicilio que se encontraba frente a la casa de los Bécquer en la capital del reino.
En fechas posteriores se encuentra nuevamente en la villa jarrillera escribiendo a uno de sus amigos de nombre Ramón al que le indica: “ Ya estamos en el puerto y dentro de poco me embarco para Portugalete”.
Existen más referencias de sus continuas estancias en Portugalete así como un dibujo en una de estas misivas que puede corresponder a la villa jarrillera.
Sirvan estas líneas para dar a conocer la presencia de este destacado poeta en nuestra localidad, de manera ininterrumpida durante varios años. Para ilustrar esta entrada unas imágenes del famoso poeta en la época que visitaba nuestra localidad.
Espero que la entrada guste y hasta la próxima.
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